¿Quién Soy?

Nací en un Restaurante...
En realidad no, Pero casi. Nací en un hospital de Barcelona, pero viví los primeros 8 años de mi vida en un importante restaurante en Barcelona. Literalmente vivía en un pequeño apartamento dentro del Restaurante donde trabajaba mi padre.
Durante muchos años, el restaurante, fue mi sala de estar, mi comedor, mi zona de juego, etc. Entrar y salir de la cocina (entre servicios) era más habitual que ir al parque.
No aprendí sobre restaurantes, Viví lo que es un Restaurante. Crecí en el.
Pero nunca quise trabajar en o para un Restaurante.
Solo veía a mi padre con cierta calidad el Lunes y la mitad del tiempo cansado. Esos son los recuerdos más fuertes que tengo de mi padre cuando era pequeño: dormir en el sofá y trabajar.
Ya lo tenía decidido... Trabajar en un restaurante debía ser algún tipo de esclavitud moderna. Y yo no iba a ceder ante tal panorama.
Me prometo con 8 años y para el resto de mi vida que la hostelería y la restauración cuanto más lejos mejor si no es para ir a comer.
Cambio(s) de vida.
Mi padre empezó a trabajar como jefe de cocina en un hospital.
Nada que ver... se acabaron las jornadas intempestivas, aumentó el tiempo y los días de descanso y el tiempo se volvió de más calidad.
Pero se fueron la creatividad, la adrenalina del servicio, los sueños y los retos.
Y para compensar, emprendió varios negocios gastronómicos.
Probablemente estas pensando porque no paro de hablar de mi padre si esto va sobre mi, pero pronto lo entenderás, no voy a extenderme mucho más (Sigo).
El siempre fue un adelantado a su época tanto en cocina como en emprendimiento, veía y pensaba las cosas antes de que llegaran.
Pero nunca se le dio bien medir los recursos ni la energía. Entonces siempre era capaz de conseguir lo mejor ¿Pero a que precio? Por ejemplo era capaz de llevar un cocinero a un evento 2 horas de camino y luego irlo a buscar. Sólo por el hecho de que las cosas salieran. Otras veces compraba o se llevaba comida de casa para completar según su gran visión creativa los menús de allí donde iba a trabajar.
Y en este punto de la historia, a mis 14-15 años entendí dos cosas: Que los Restaurantes como negocio lo más lejos posible; y que hay que que tener sueños y luchar por ellos pero hay que medirlos, hay que ser rentable en lo que uno hace. No solo en dinero sino en tiempo, energía y otros recursos también.
Los restaurantes como solución rápida y fácil...
Yo acabé estudiando en la universidad primero derecho y luego ingeniería informática. Y para pagar mis estudios y "mis cosas" empiezo con 16 años a trabajar los fines de semana como cocinero primero y como camarero después. Y así llegan mis inicios en el sector...
Lo odiaba, pero era fácil, rápido y pagaban bien y pronto. Pero bueno... sólo era algo temporal... jajajajjajajajajajaja
Temporal.... jajajajjajaajaja
Pobre ignorante.
Pero y si...
Por hacerlo rápido no entraré en detalles, pero te diré que en algún punto de mi vida algo cambió. Y me empeñé en ser el mejor en lo que hacía.
Empecé en una pequeña empresa de pocos recursos pero muchas ganas de crecer. Cada día tenia más y más responsabilidades. Hasta que acabé la carrera y tuve que decidir si seguir este camino profesional o buscar trabajo de ingeniería informática.
Y pensé... ¿Y si existe la posibilidad de dedicarse a los restaurantes de una forma distinta? ¿Y si se puede ganar dinero? ¿Y si se puede tener el control? ¿Y si también se puede tener una vida? ¿Y si se puede disfrutar y no solo trabajar en este mundo? ¡TENGO QUE LOGRARLO! Ese fue el reto que me llevo a dejar atrás los estudios y volcarme con ese objetivo. Y por eso, esta es la primera ley de mi método. Tener un objetivo. Si sabes que quieres, solo tienes que trazar un plan.
Como la empresa no tenía una gran estructura en la que delegar para apalancar mi crecimiento (y el de la empresa, es importante que los objetivos estén alineados.) tuve que invertir tiempo en formación. En procesos, etc... horarios... Aquí había ganado margen de movimiento. Pero para poder
Por lo que el esfuerzo humano y rentabilizar los recursos al máximo era lo más importante.
Así aprendí a no depender de capital y grandes inversiones para conseguir grandes resultados.
Empecé a tener más y más responsabilidad cada día. Y tube que decidir si seguir este camino profesional
Con solo 23 años estaba llevando 2 restaurantes, una sala de eventos